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Javier Courel: “Falta comunicación entre los entrenadores y la comunidad médica. Este foro nos permitirá acercar posturas”

El profesor del Departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada y miembro de la Fundación UAPO es uno de los ponentes del II Simposio de Ejercicio y Cáncer que organiza Educa-Med en colaboración con Bristol Myers Squibb, el 12 de noviembre
Javier Courel, profesor de la Universidad de Granada y miembro de la Fundación UAPO.
Javier Courel, profesor de la Universidad de Granada y miembro de la Fundación UAPO.

La nutrición, la psicología y el ejercicio físico deben ser pilares fundamentales en el tratamiento de los enfermos de cáncer. Es una de las ideas que comparte en esta entrevista con Educa-News Javier Courel, profesor del Departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada y miembro de la Fundación UAPO, una organización que ya ha atendido a más de 450 pacientes desde finales de 2021. A su juicio, es necesario que exista más comunicación entre los entrenadores y la comunidad médica, algo que facilitará el simposio sobre ejercicio y cáncer que organiza Educa-Med en colaboración con Bristol Myers Squibb, el próximo de 12 de noviembre y en el que Courel es ponente.

PREGUNTA.—  ¿Qué opinión le merece esta iniciativa de Educa-Med en colaboración con Bristol Myers Squibb? ¿Cree que puede contribuir a que más profesionales descubran las ventajas del ejercicio en pacientes de cáncer?

RESPUESTA.— Sí, sigue siendo algo necesario, porque estas prácticas deberían formar ya parte de nuestra rutina diaria de trabajo. Además, me parece una iniciativa espectacular que incorpore a profesionales de diferentes disciplinas, porque el cáncer requiere de ese abordaje multidisciplinar y lamentablemente, a día de hoy son pocos los foros en los que nos podemos reunir diferentes profesionales. Creo que resulta totalmente esencial, no sólo en el ámbito formativo, sino también en el divulgativo. Hace falta alzar la voz y conocer todos los beneficios que el ejercicio y la nutrición aporta al paciente oncológico.

P.— ¿Qué opina de la selección y el nivel de los ponentes?

R.— Por suerte, en España cada vez hay más profesionales de altísimo prestigio en diferentes disciplinas que están trabajando para mejorar los tratamientos del paciente con cáncer. Y me parece un acierto no sólo contar con gente muy buena, sino por suerte con gente que tenga una visión diferente o distintas herramientas para que podamos construir el tratamiento multidisciplinar adaptado a las necesidades de cada provincia y de cada persona. Por otra parte es cierto que actualmente el tratamiento sanitario público no incorpora este abordaje multidisciplinar, lamentablemente. Prueba de ello es que nosotros, la Fundación UAPO [Unidad de Apoyo al Paciente Oncológico], hemos surgido gracias a las donaciones de la gente. Por esa razón me parece importante alzar la voz tanto en nutrición, en psicología y en ejercicio físico como en el uso de tecnología y biomedicina para afrontar un problema que cada vez está más extendido, ya que una de cada tres personas en este país va a sufrir por desgracia un cáncer.

P.— ¿Cómo trabaja la Fundación UAPO con los pacientes de cáncer? ¿Qué tipo de servicios ofrece?

R.— Desde su apertura en Granada en noviembre de 2021, y en Málaga y Madrid en abril y junio de 2022, ya han pasado por la UAPO más de 450 pacientes con cáncer, con una lista de espera de más de 600 personas. Independientemente de su diagnóstico, los ciclos de quimio, la cirugía o la edad, cualquier paciente con cáncer puede acercarse a la fundación y pedir un tratamiento multidisciplinar que engloba nutrición, psicología, ejercicio físico y fisioterapia. Y todo ello a un coste cero porque se financia a través de donaciones. Más de 20.000 personas están apoyando este proyecto. Ahora mismo tenemos estabilidad y somos un centro de referencia, pero nuestra carencia principal es que nos falta integrarnos dentro del sistema sanitario. Cuando llegan, los pacientes reciben una evaluación completa de fisioterapia, de nutrición, de psicología y de ejercicio físico. Todos reciben el tratamiento de estas cuatro unidades de trabajo y se les programan seis meses de intervención de ejercicio físico. Ahora mismo hemos incorporado una unidad de investigación de la que soy responsable y en breve podremos lanzar resultados basados en evidencia que demuestren cómo estos pacientes han mejorado no sólo su calidad de vida, sino el pronóstico de la enfermedad y la medicación. Además han ahorrado dinero, puesto que el sistema sanitario está saturado muchas veces por no contar con tratamientos preventivos que sean realmente eficaces, coadyuvantes al hospital. Y en este caso la eficacia del ejercicio, de la psicología y la fisioterapia está más que demostrada y esa es nuestra vocación: mejorar, sobre todo a través de la actividad física, la calidad de vida y el pronóstico de cualquier persona con cáncer.

P.— La Fundación nació por la iniciativa del doctor Jesús Candel, conocido en redes sociales como Spiriman y recientemente fallecido. ¿Cuál fue la importancia de su figura?

R.— En agosto de 2020, Jesús fue diagnosticado de cáncer de pulmón en el estadio más avanzado, con múltiples metástasis por todo el cuerpo, incluidos los huesos. El pronóstico de supervivencia era de 3 meses. Comenzó a recibir fuertes tratamientos de radioterapia, inmunoterapia y quimioterapia que debilitaron su cuerpo, pero gracias a una oncóloga especialista en Medicina Integrativa, se puso en manos de profesionales de la fisioterapia y la preparación física que le prescribieron una dura rutina de ejercicio físico diario para que los tratamientos fueran más efectivos. Así fue como mejoró su calidad de vida y frenó la progresión tumoral, logrando sobrevivir 2 años. Los grandes resultados que el ejercicio le ofreció fueron la motivación para intentar que estos tratamientos lleguen a todas las personas, y así nació la Fundación UAPO. Tristemente, Jesús falleció este mes de octubre de 2022, dejando un legado que continúa en manos de un equipo de más de 30 profesionales liderado por su director, Javier Cánovas

P.— ¿Cree que es importante subrayar también los beneficios psicológicos de la práctica del ejercicio para estos pacientes?

R.— Claro. La depresión, la ansiedad asociada a la enfermedad en la gestión del dolor y de la autoestima, son también campos importantes. Muchas veces la medicación adormece a estos pacientes en lugar de motivarlos para seguir haciendo una vida normal. Y en este caso el ejercicio no sólo tiene beneficios al gestionar el dolor y los ciclos de quimio, sino que, además, a nivel emocional genera un punto de encuentro. Aquí cada semana se reúnen 420 personas que comparten una experiencia más o menos triste, pero puedo asegurar que todo el mundo entra y sale de la Fundación UAPO con una sonrisa en la boca. Y es que no deja de ser un lugar donde se sienten atendidos y entendidos, y los resultados están ahí.

P.— ¿Resulta difícil crear hábito?

R.— No es difícil porque contamos con un equipo de profesionales muy bien formado y tenemos cuatro niveles progresivos, adaptados a las necesidades de los pacientes, a los que pueden adherirse con independencia de su estado o condición. Hay gente de más edad, muy débil, que hace trabajo sólo en camilla y conforme van evolucionando van pasando a sala de entrenamiento, y otros vienen con una buena condición física y pueden entrenar con unos niveles de exigencia mucho mayores. Tenemos las herramientas y las instalaciones y conocimiento para poder adaptarnos a cualquier paciente, no sólo en el momento en el que entran, sino además durante el proceso. A lo largo de estos seis meses muchas veces pueden ocurrir cirugías o recidivas que dan lugar a interrupciones del tratamiento. Hemos incorporado ahora también un tratamiento a domicilio para que, si un paciente tuviera cualquier inconveniente, nosotros nos acerquemos a su domicilio y evitemos esa falta de adherencia al programa por no tener el hábito de realizar el tratamiento de ejercicio.

P.— ¿Qué queda por hacer para que estos programas lleguen a un porcentaje mayor de pacientes?

R.— El simposio de Educa-Med es un foro magnífico para que aquellos que todavía tengan recelos sobre las ventajas del ejercicio físico comprueben que es posible mejorar la calidad de vida a través del ejercicio y que cualquier persona con cáncer se puede beneficiar. Se verá también que, por suerte, en España contamos con profesionales muy bien formados, que trabajan en equipo para afrontar un reto que no sólo implica disminuir o prevenir el cáncer, sino lograr que aquellos que ya lo sufren puedan mejorar su calidad de vida. Falta hablar más entre nosotros, que la comunidad médica se acerque más a los entrenadores físicos y al revés. Debemos entendernos mejor para trabajar en equipo porque, a fin de cuentas, el tratamiento médico y farmacológico es fundamental, igual que la cirugía, y en este contexto nuestra labor es tratamiento coadyuvante al ya existente. Creo que falta un poco más de conversación y vuestro foro va a ser un lugar maravilloso para poder seguir acercando posturas y poder desarrollar estrategias en conjunto.

P.— Este simposio podrá seguirse online de manera gratuita. ¿Cree que los eventos y los cursos en el medio digital suponen una ‘revolución’ para la formación continua de los profesionales?

R.— Es cierto que hay algunas técnicas que requieren de la presencialidad, pero también hay contenidos teóricos que se pueden adquirir online. Y de hecho me parece un acierto que el simposio sea gratuito para que cualquier persona interesada pueda recibir esta formación de altísimo nivel. En España vosotros sois referencia y para nosotros es una alegría poder formar parte de este proyecto, que seguro que tendrá mucha trascendencia en el futuro y ayudará a muchos profesionales y a muchos pacientes a beneficiarse de este tipo de iniciativas.

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