Blanca Segarra Vidal: “La mujer y su salud tienen características especiales que hasta ahora han estado desatendidas”
La especialista en ginecología dirige ‘Momentos de vida. Mujer’ que abordará próximamente en Valencia con profesionales de distintos ámbitos cómo mejorar la calidad de vida de la mujer en cada una de sus etapas vitales
ÁNGEL SALGUERO
Durante mucho tiempo, asegura la ginecóloga y obstetra Blanca Segarra Vidal, las “necesidades específicas de la mujer no han sido ni investigadas ni tratadas” en el ámbito médico. Ahora que la situación comienza a cambiar, esta especialista prepara junto con Educa-Med ‘Momentos de vida. Mujer’, un gran foro que tendrá lugar próximamente en Valencia y en el que se abordarán de manera global y práctica todos los factores que determinan la salud de la mujer en sus diferentes etapas vitales.
PREGUNTA.— ¿Por qué un evento específico para las mujeres en este momento?
RESPUESTA.— ¿Por qué para las mujeres? En primer lugar, porque tienen unas necesidades muy concretas y específicas que no se suelen satisfacer con los recursos habituales de la Sanidad en general. Y, sobre todo, porque durante muchísimos años han estado acalladas o escondidas. A medida que evoluciona la sociedad y se les reconocen derechos y responsabilidades, las mujeres se dan cuenta de que formar parte activa de esa sociedad también implica cuidarse a sí mismas y empiezan a priorizarse. Y es que a partir de lo que yo voy a llamar ’40 y…’, cuando el rol de ser siempre protectora de sus hijos, la etapa reproductiva, ya va desapareciendo, a esos momentos de menopausia no se le suele dar mucha importancia. Afortunadamente no sólo se dan cuenta las propias pacientes, sino que cada vez hay más mujeres en sitios de poder que han comprendido que sus necesidades específicas no han sido ni investigadas ni tratadas en compendios generales de salud. Hoy muchas sociedades tienen ‘Cardiología y mujer’ o ‘Cáncer de pulmón y mujer’. ¿Por qué? Porque la mayoría de estudios y ensayos clínicos se han hecho siempre en base a los hombres. Entonces esto es una reivindicación porque la mujer tiene unas características especiales que durante mucho tiempo han estado desatendidas. Se diferencia del hombre, por más que no queramos darnos cuenta, porque pasa por unas etapas de la vida mucho más marcadas: menarquia, fértil, embarazo, lactancia, transición menopáusica, postmenopáusica… e incluso mensualmente estamos ante cambios hormonales constantes Las hormonas tienen un papel más fundamental y las peculiaridades de riesgo cardiovascular y de cambios son muchísimo más llamativas en la mujer que en el hombre, aunque no se exprese así en las facultades porque no se estudia de esa manera.
P.— ¿Cuáles serán las líneas generales de esta jornada? ¿Qué se va a poder ver y hacer durante el evento?
R.— Por un lado, habrá un simposio profesional con un abanico de exposiciones y ponencias. Será un foro multidisciplinar y transversal que implicará a todas las personas que traten a mujeres, independientemente de su especialidad. Hay una parte muy focalizada a formación de alta evidencia clínica, que es lo que les voy a pedir a cada participante, pero paralelamente quiero que las pacientes también tomen parte y vean que desde el ámbito profesional tenemos interés y estamos formándonos para ayudarlas. Por eso habrá un doble evento en el que tendrán acceso a talleres activos dedicados al ejercicio, la defensa personal y verbal, meditación, etc. Los momentos de pausa servirán para el networking porque pacientes y profesionales vamos a compartir espacios y sinergias.
P.— ¿Qué tipo de ponentes son los que acudirán?
R.— Habrá, por supuesto, especialistas en ginecología y en riesgo cardiovascular y profesionales de longevidad, de envejecimiento saludable y de oncología, porque la mujer hoy en día se muere precisamente por riesgo cardiovascular o por cáncer. Y por supuesto, cualquier profesional del ejercicio físico que tenga cabida, ya se dediquen a entrenar o a la fisioterapia.
P.— ¿Qué formato tendrá la jornada? ¿Aspira a que se convierta en un foro participativo?
R.— Mi intención es que sean las propias mujeres, pacientes y profesionales, las que previamente nos vayan sugiriendo preguntas y temas que entrarán en las discusiones. Pretendemos que ese sea el formato de los debates, porque si no cada uno empieza a hablar de su ‘libro’ y no se aborda lo que realmente interesa a la gente.
P.— Cuando sigue habiendo tantas pacientes a las que se les diagnostican ataques de ansiedad cuando acuden con patologías serias, ¿cree que la medicina aún no entiende a las mujeres?
R.— Parece que aún estamos en el siglo de las brujas y de la histeria. ¿Y cómo empezó? Hay un diagnóstico ahora que es el infarto de miocardio con clínica atípica, y al principio se veía como una muestra de ansiedad en las mujeres que se agobiaban en casa. Pero, de nuevo, hay que subrayar que hay diferencias substanciales entre hombres y mujeres en relación a la percepción y la descripción de los síntomas.
P.— Uno de los puntos centrales del evento girará en torno al ejercicio y sus beneficios. ¿Cuál será el enfoque?
R.— La idea es explicar los beneficios del ejercicio respecto a la longevidad, el riesgo cardiovascular, etc., para que, de una vez, se visibilice la evidencia científica que hay detrás y que se trata de salud pero también de tratamiento y prevención, es decir, medicina. Quiero destacar el beneficio extra del ejercicio y la nutrición en momentos puntuales, vitales para la mujer, como la menopausia, donde cambia muchísimo la composición corporal y el gasto energético disminuye. También para pacientes oncológicas: en el caso de muchas de las jóvenes que sufren una menopausia yatrogénica causada por los tratamientos, y otras con edades entre 50 y 60 años a quienes les coge en una etapa de declive emocional y físico, el ejercicio puede ayudar en cuanto a su momento vital hormonal y, sobre todo, servir como herramienta terapéutica. El ejercicio es medicina y no me cansaré de repetirlo. En las mesas siempre habrá alguien que explique las bases teóricas y otra persona que muestre cómo se puede aplicar esa teoría en el día a día y qué tipos de ejercicio se puede recomendar a cada paciente.
P.— Otro de los temas que saldrá durante la jornada es el de la influencia de las redes sociales. ¿Cree que corremos el peligro de que se conviertan en la nueva ‘consulta’ cuando hay problemas de salud? ¿Cómo se puede educar y a la vez combatir la desinformación?
R.— A la última mesa la he denominado la mesa Tech y quiero que sirva para abordar todas las cosas nuevas que se nos vienen encima. Me encantaría que existiera la palabra ‘infoxicación’, más apropiada en este caso que ‘desinformación’, porque al final tienen tanta información que vienen a verte con las ideas supuestamente clarísimas. Y hay quien te dice que no se va a tomar un tratamiento hormonal jamás, porque ha visto en TikTok que ser va a morir de un cáncer de mama. No quiero ‘combatir’ nada, no me gustaría que hubiera ningún lenguaje bélico en este aspecto, pero sí dejar ver que las redes sociales pueden ser nuestro aliado si sabemos quién las maneja. Yo no estoy para nada en contra de ellas. De hecho, siempre les digo a mis pacientes que me pregunten y, si les gusta el formato, les puedo decir una infinidad de cuentas que seguir.