«Vamos a presentar una perspectiva clínica práctica sobre la relación de las alteraciones metabólicas con la patología cardiovascular y renal»
El doctor José Ramón González Juanatey codirige el curso online ‘Visión integral de la enfermedad cardio-reno-metabólica’ que Educa-Med ofrece el 18 y 21 de diciembre
ÁNGEL SALGUERO
Existe una amplia evidencia científica sobre la «relación bidireccional» entre los factores de riesgo y las patologías renales y cardiovasculares que un nuevo curso online de Educa-Med va a analizar desde un enfoque clínico práctico. ‘Visión integral de la enfermedad cardio-reno-metabólica’ se emite los días 18 y 21 de diciembre con la participación de numerosos especialistas. Hablamos con José Ramón González Juanatey, codirector junto a Luis Manzano, de esta iniciativa pedagógica.
PREGUNTA.— ¿Cuál es el planteamiento de este curso?
RESPUESTA.— Existe una relación directa entre las alteraciones metabólicas, fundamentalmente obesidad, alteraciones del metabolismo hidrocarbonado, dislipemia pudiendo aglutinarse dentro del conocido síndrome metabólico, patología cardíaca y vascular, así como enfermedad renal crónica. Existe una relación bidireccional entre estos distintos elementos de la patología que obligan a orientar sus aspectos diagnósticos, de estratificación de riesgo, prevención, tratamiento y seguimiento. En el Curso que presentamos pretendemos integrar este conjunto de elementos desde una perspectiva clínica práctica.
P.— ¿A quién va dirigido fundamentalmente?
R.— Profesionales sanitarios, incluyendo a enfermería, medicina de atención primaria, internistas, cardiólogos, nefrólogos, endocrinólogos y demás profesionales interesados en la patología.
P.— ¿Cree que aún falta información y formación entre los profesionales sobre esta enfermedad y lo que implica?
R.— Las evidencias recientes son de tanta relevancia clínica que es necesario su actualización, debate y, en especial, como implementar en la practica clínica los resultados.
P.— ¿Cómo se define la enfermedad cardio-reno-metabólica y cuáles son los principales factores de riesgo?
R.— Como comentaba anteriormente, existe una relación bidireccional entre factores de riesgo/etiológicos de enfermedad cardiovascular y renal; así como entre ambas patologías. Obesidad, dislipemia, diabetes y otras alteraciones del metabolismo hidrocarbonado así tabaquismo, sedentarismo, alteraciones de la dieta, etc. constituyen elementos clínicos que es necesario identificar e integrar para prevenir y tratar la enfermedad cardiovascular y renal.
P.— ¿Cuál es la principal evidencia científica y terapéutica que refuerza el concepto de la enfermedad CRM?
R.— Múltiples resultados recientes soportan el concepto integrador de las alteraciones metabólicas con la patología cardiovascular y renal que presentaremos y debatiremos durante las sesiones.
P.— ¿Cómo de preparado está el sistema sanitario para ofrecer un enfoque multidisciplinar en el tratamiento de esta enfermedad?
R.— Tiene múltiples oportunidades de mejora que deben ser identificadas, implementadas y evaluados sus resultados por los profesionales sanitarios implicados.
P.— ¿Es necesario reforzar la continuidad asistencial para hacerle frente?
R.— Es uno de los principales retos de nuestro sistema sanitario en unas patologías de elevada prevalencia y que condicionan gran morbilidad y mortalidad, así como, un gran consumo de recursos sanitarios. Debemos definir la continuidad asistencial en este importante grupo de pacientes con la orientación de resolver el problema de salud en el nivel asistencial adecuado e incluir medida de indicadores de resultados en salud.
P.— ¿Qué factores modificables pueden ayudar a prevenir el desarrollo de la enfermedad?
R.— Sin duda adoptar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular de cierta intensidad, abandono del tabaquismo y control dietético. Una vez desarrollada la enfermedad cardiovascular y renal es posible evitar su progresión e incluso lograr lo que podríamos definir remodelado reverso con intervenciones terapéuticas combinadas que incluyan bloqueantes neurohormonales, inhibidores SGLT2, agonistas de receptor GLP1, fármacos hipolipemiantes, etc.