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José Ramón González Juanatey: “El ejercicio es la mejor polipíldora para prevenir la enfermedad cardiovascular”

El Jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Santiago codirige el I Simposio de Ejercicio y Salud Cardiovascular que impulsa Educa-Med
José Ramón González Juanatey, codirector del I Simposio de Ejercicio y Salud Cardiovascular.
José Ramón González Juanatey, codirector del I Simposio de Ejercicio y Salud Cardiovascular.

ÁNGEL SALGUERO

El ejercicio es un “elemento clave” en el tratamiento y la rehabilitación de pacientes con patologías cardiovasculares, asegura a Educa-News el doctor José Ramón González Juanatey, Jefe de Servicio de Cardiología en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. Se trata de una cuestión de “interés general”, afirma, y de ahí la importancia de contar con un foro como el I Simposio de Ejercicio y Salud Cardiovascular, una iniciativa de Educa-Med que codirige junto al doctor Luis Manzano, Jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

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PREGUNTA.— ¿Por qué es importante realizar ahora este simposio?

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RESPUESTA.— Me parece una iniciativa fantástica porque en este momento es una prioridad desde múltiples puntos de vista. Hay que tener en cuenta que durante 2022 en España una de las cosas que ha sucedido, respecto a la situación pre pandemia, es que la mortalidad, también cardiovascular, ha aumentado de forma significativa, alrededor de un 20%. ¿Por qué en el año 22, ya fuera del COVID, crece de esa manera? En el informe se valora que es debido a la pérdida de la continuidad asistencial en pacientes con enfermedades crónicas, pero también a los cambios en el estilo de vida, en el sentido de que ya no se cuidan tanto aquellos que promueven la salud. Por tanto hay dos partes: por un lado, tenemos que recuperar la continuidad asistencial de los pacientes con enfermedades crónicas y, además, educar para preservar un estilo de vida lo más saludable posible que prevenga la enfermedad, incluso en pacientes con patologías cardiovasculares. Y ahí el ejercicio juega un papel fundamental, porque se trata probablemente de la mejor polipíldora para prevenir la enfermedad cardiovascular, y también ha demostrado beneficio en más áreas, incluyendo el cáncer y otras muchas patologías. Por tanto, el ejercicio es un elemento clave en el tratamiento y la rehabilitación de pacientes con patologías cardiovasculares. De ahí que la iniciativa de poner en marcha un simposio que abarque todos los aspectos relacionados con el ejercicio y la salud cardiovascular me parece de una absoluta prioridad e interés para profesionales sanitarios que trabajen en cualquier ámbito relacionado con las enfermedades cardiovasculares, ya sea enfermería, facultativos, etc. Es una cuestión de interés general y de ahí la pertinencia de promover el ejercicio y reflexionar sobre las mejores estrategias para promover la salud y la actividad física en situaciones de patologías cardiovasculares, y mejorar la calidad y cantidad de vida de esos pacientes. Además, por supuesto, de reflexionar sobre los mecanismos implicados en la protección cardiovascular relacionados con el ejercicio.

P.— Entonces, aunque se trata de un simposio dirigido principalmente a profesionales de la salud, ¿cree que su mensaje también debería calar en otros sectores y en la población general?

R.— Por supuesto. Es una cuestión que trasciende a los profesionales. Tiene que implicar también a los gestores, principalmente los sociosanitarios, desde el punto de vista social, de educación tanto de niños como de adultos. La promoción del ejercicio afecta a los ayuntamientos y a las asociaciones de vecinos. Y en realidad la salud no sólo no puede estar vinculada a lo sanitario, sino también a lo social, la educación y las actividades.

P.— ¿Qué conceptos básicos aspira a cubrir con el programa?

R.— Lo fundamental será ver cómo se adapta el sistema cardiovascular a las distintas modalidades de actividad física, desde ejercicio de alto volumen hasta ejercicio de alta intensidad. Es decir, cuáles son los mecanismos de adaptación cardiovascular, pero no sólo lo que sucede en las arterias en el corazón, sino incluso los mecanismos a nivel molecular que justifican el efecto del ejercicio sobre el sistema cardiovascular. Eso es algo que puede explicar no sólo el porqué del beneficio, sino que incluso podría ayudarnos a identificar nuevas dianas terapéuticas en otros ámbitos. Luego, habrá una parte muy práctica sobre cómo poner en marcha programas de ejercicio para promover la salud cardiovascular en personas sin patologías, y determinar cuál es el ejercicio recomendado en diferentes rangos de edad. Y otra cuestión muy importante es cómo incorporar el ejercicio dentro del tratamiento integral de pacientes con diferentes formas de enfermedad cardiovascular.

P.— ¿Siguen siendo las enfermedades cardiovasculares la primera causa de muerte en España?

R.— Es muy importante destacarlo: Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte e invalidez. A nivel mundial, más de 18 millones de personas mueren cada año por este tipo de afecciones, y en España, como grupo de enfermedades, es también la primera causa. Recientemente hay que reconocer la labor del ministro de Sanidad, José Miñones, que cambió la agenda de la Presidencia española de la Unión Europea para incluir la prevención de las enfermedades cardiovasculares como un tema absolutamente prioritario por su dimensión y, sobre todo, y aquí enlaza directamente con el objetivo del Simposio, para promocionar la salud cardiovascular, incluso más allá de la utilización del ejercicio en el tratamiento de los pacientes. Creo que se trata de un paso muy importante y me gustaría reconocer la sensibilidad y el trabajo del actual ministro de Sanidad al incluir las enfermedades cardiovasculares y su prevención como una prioridad para la Unión Europea.

P.— ¿Cree entonces que la Administración debe desempeñar un papel clave a la hora de educar y concienciar a los ciudadanos?

R.— La promoción de la salud trasciende lo sanitario. Tiene que ponerse más foco en lo social y la educación es clave. Por ejemplo, hay un dato que se conoció recientemente en la presentación del Plan Español contra las Enfermedades Cardiovasculares y es que la gente con un nivel educativo y socioeconómico más alto en España tiene hasta cinco veces menos riesgo de padecer un infarto que trabajadores no cualificados con un nivel educativo y socioeconómico más bajo. ¿Y por qué es así? Porque precisamente los ciudadanos con un nivel educativo más alto cuidan más su salud, fuman menos, tienen menos peso, hacen más ejercicio y cuidan más su dieta. En definitiva, esto es educación. Si uno quiere limitar el impacto en la Sanidad y reducir los costes en sanidad, lo primero que tiene que hacer es educar a la población para la salud, porque es evidente que una población con un nivel educativo y socioeconómico adecuado enferma mucho menos. De ahí lo fundamental de educar a los niños en las escuelas. Pero debemos hacer una educación para la salud general, en la que el ejercicio juegue un papel fundamental. Tenemos que prevenir la enfermedad y no estar siempre hablando de tratar la enfermedad, porque si no nuestro sistema social no va a poder sostener una medicina que será cada vez más costosa.

P.— ¿Debería haber una mayor colaboración entre médicos y preparadores físicos?

R.— Tenemos que trabajar de forma conjunta, sobre todo con los preparadores físicos y fisioterapeutas. No debería haber ya ningún servicio de cardiología que no tuviera integrado un programa de rehabilitación cardíaca. Es lo más eficaz respecto a los costes, cada vez debemos ir a programas más transversales que impliquen a los sanitarios pero también a preparadores físicos, a los gimnasios de los ayuntamientos, etc. Hay una gran cantidad de recursos involucrados en la prevención de las enfermedades y podríamos hacer entre todos mucho más en la promoción de la salud y del ejercicio dentro de los hábitos de todas las personas, con independencia de su edad.

P.— Antes mencionaba usted la continuidad asistencial. ¿El ejercicio debería ser una parte más de este proceso para los pacientes?

R.— Para un paciente que ha sufrido una enfermedad cardiovascular, el ejercicio debe estar integrado en esa continuidad asistencial, al igual que las pastillas. Tiene que aprender cómo comer, dejar de fumar e incorporar el ejercicio en su rutina habitual. Y para eso las unidades de rehabilitación cardíaca y todos los profesionales, especialmente los de enfermería, no solo fisioterapia, deben tener el conocimiento para recomendar el tipo de ejercicio más adecuado a las patologías que el paciente pueda sufrir. Y a la edad del paciente.

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