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Luis Manzano: “La enfermedad cardio-reno-metabólica representa el 30% de la población atendida en el sistema sanitario”

El jefe de servicio de Medicina Interna en el Hospital Ramón y Cajal codirige un curso online que analiza cómo la estrecha relación entre el sistema cardiovascular, renal y metabólico puede derivar en patologías que precisen una atención multidisciplinar
Luis Manzano, jefe de servicio de Medicina Interna en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Un paciente que padezca diabetes mellitus puede desarrollar con el tiempo una afección renal crónica, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca o enfermedad vascular cerebral, explica a Educa-News el doctor Luis Manzano, jefe de servicio de Medicina Interna en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Todo ello se deriva de la relación directa entre los sistemas cardiovascular, renal y metabólico, algo que será el tema central del curso online Visión Integral de la Enfermedad Cardio-Reno-Metabólica, impulsado por Educa-Med bajo la dirección del propio Manzano y de José Ramón González Juanatey que se emitirá los días 18 y 21 de diciembre.

PREGUNTA.— ¿Cuáles son los objetivos de este curso?

RESPUESTA.— El objetivo fundamental es abordar de una manera racional e integradora el denominado “continuum cardiovascular”. Este concepto establece la existencia de una estrecha relación secuencial entre los denominados factores de riesgo vascular, la lesión vascular subclínica y la afectación clínica subsiguiente de los órganos o regiones afectos como el corazón, el cerebro, el riñón y la arteriopatía periférica de extremidades inferiores. Todo ello justifica una visión fisiopatológica, clínica y organizativa integradora, bajo el término Cardio-Reno-Metabólico (CRM).  Un mismo paciente padece diabetes mellitus, junto con otros factores de riesgo, y desarrolla posteriormente enfermedad renal crónica, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca o enfermedad vascular cerebral. Estos pacientes deben ser atendidos de una manera integral e interdisciplinar para mejorar de una manera eficiente su calidad de vida.

P.— ¿Por qué cree que es importante celebrarlo ahora?

R.— Entiendo su pregunta de por qué este momento y no antes, teniendo en cuenta que el concepto del “continuum cardiovascular” está consolidado desde hace años. Posiblemente la razón se fundamenta en la sensibilización progresiva, de los diferentes profesionales sanitarios que atienden a estos pacientes, como endocrinólogos, cardiólogos y nefrólogos, de la necesidad de una atención integral, multidisciplinar. En este sentido, debe también remarcarse la función del internista, que por su carácter polivalente ha ejercido de forma habitual una atención integradora a estos pacientes en su práctica habitual individual, y que ahora con una visión más colectiva, como especialidad, ofrece planteamientos organizativos eficientes y coordinados con Atención Primaria y otras especialidades. Además de lo comentado, las evidencias terapéuticas actuales han revalorizado extraordinariamente el concepto CRM, al comprobar como fármacos que mejoran el control metabólico de la diabetes mellitus, producen beneficio adicional en la aparición y desarrollo de la enfermedad cardiovascular y renal.

P.— ¿A quién va dirigido este curso?

R.— Tenga en cuenta la enorme prevalencia de este concepto sindrómico, que puede representar más del 30% de la población atendida en nuestro sistema sanitario. Sin duda, Cardiología, Medicina Interna, Nefrología, y por supuesto Atención Primaria, son las especialidades más implicadas. Pero también interesa a neurólogos, neumólogos, e incluso cirujanos vasculares.

P.— ¿Cuáles son las principales complicaciones que pueden derivarse de este síndrome

R.— Sin duda, la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardiaca, el ictus, la enfermedad arterial de miembros inferiores y el fracaso renal crónico. Con mucha frecuencia se asocian comorbilidades como fibrilación auricular y EPOC.

P.— ¿Qué incidencia tiene y cuáles son los principales factores de riesgo?

R.— Como se ha expuesto puede representar más del 30% de la población atendida en nuestro sistema sanitario. Los principales factores de riesgo son la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, el consumo de tabaco, la dislipemia y la obesidad. También están implicados factores, por ahora no modificables, de base genético-familiar.

P.— ¿Qué pueden hacer los propios enfermos para mantenerla controlada?

R.— Los pacientes y sus cuidadores, ya que muchos de ellos son dependientes, ejercen una tarea muy importante en el control de la enfermedad CRM, fundamentalmente en dos aspectos: el cumplimiento de un estilo de vida saludable y la adherencia al tratamiento farmacológico.

P.— ¿Se dio un paso atrás en su control durante la pandemia? ¿Cree que ha vuelto la situación a la normalidad?

R.— La pandemia originó un desajuste relativo del seguimiento de estos pacientes. Sin embargo, obligados por la imposibilidad de atención presencial de estos pacientes, se ha puesto en marcha, de manera habitual, herramientas de evaluación a distancia, es decir la telemedicina, que estoy convencido serán de gran utilidad en un futuro inmediato.

P.— ¿Cree que el control de estos pacientes debería integrarse en los servicios de continuidad asistencial?

R.— No lo creo, lo afirmo con total convicción. Estos pacientes son un ejemplo paradigmático de enfermedades crónicas, en los que la atención integral y la continuidad asistencial, entre Atención Primaria y Hospitalaria, es crucial en la evolución clínica de la enfermedad.

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