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Margarita Feyjóo: “El mejor tratamiento de la fatiga asociada al cáncer es el ejercicio”

La jefa de Oncología del Hospital Sanitas La Moraleja cree que el Simposio de Ejercicio y Cáncer de Educa-Med en colaboración con Bristol Myers Squibb, puede cubrir la falta de información sobre este tema entre profesionales y pacientes
Margarita Feyjóo, jefa de Oncología del Hospital Sanitas La Moraleja de Madrid.
Margarita Feyjóo, jefa de Oncología del Hospital Sanitas La Moraleja de Madrid.

Romper mitos y divulgar los beneficios de un régimen de ejercicio y dieta saludable para los pacientes serán dos de los objetivos del II Simposio de Ejercicio & Cáncer + Alimentación que celebrará Educa-Med en colaboración con Bristol Myers Squibb, el próximo 12 de noviembre. Así lo subraya en esta entrevista con EDUCA-NEWS la doctora Margarita Feyjóo, jefa de Oncología del Hospital Sanitas La Moraleja de Madrid, que será una de las participantes en la jornada. A su juicio, aumentar la sensibilidad social ante este tema debe ser cosa de todos los profesionales, sean o no oncólogos.

PREGUNTA.— ¿Qué piensa de esta iniciativa de Educa-Med en colaboración con Bristol Myers Squibb? ¿Cree que puede solventar la falta de información que sigue existiendo entre pacientes y profesionales sobre los beneficios del ejercicio para pacientes de cáncer?

RESPUESTA.— Creo que esta iniciativa es una idea buenísima y muy necesaria, porque es verdad que todavía hay poca información, tanto entre los profesionales sanitarios, oncólogos y no oncólogos, y los propios pacientes y sus familias acerca de este tema, y el simposio puede cubrir esa falta de información y también aumentar la sensibilidad. Pienso que es necesario desmontar algunas creencias que han calado mucho, como la de que cuando se tiene cáncer hay que comer más para estar fuerte y que hay que descansar mucho y que no se puede hacer ejercicio.

P.— ¿Qué opinión le merece la selección de ponentes?

R.— El aumento de la sensibilidad en este tema debe ser cosa de todos los profesionales, sean o no oncólogos. Hay muchos otros especialistas implicados en el cuidado del paciente con cáncer, como los cirujanos, las enfermeras o los nutricionistas y además, obviamente, hay que desarrollar la figura del entrenador oncológico. El ejercicio abarca muchos aspectos distintos, siempre será necesario tratar a los pacientes de forma individualizada y es un trabajo que no puede hacer sólo el oncólogo. También se necesitan rehabilitadores y creo que habéis cubierto todo en el simposio, de manera que están representadas casi todas estas figuras.

P.— ¿Cuáles son los mitos más habituales que circulan sobre el cáncer?

R.– Uno de los mitos más grandes es que existe una dieta anticáncer, algo que, como veremos a lo largo del simposio, no está demostrado. Y luego, dado que uno de los síntomas más frecuentes tanto de los pacientes en tratamiento como sin él es la fatiga, se tiene la percepción de que el ejercicio puede ser contraproducente y provocar más cansancio en los pacientes, cuando es todo lo contrario. El mejor tratamiento del cansancio asociado al cáncer es el ejercicio.

P.— ¿A partir de qué momento se empiezan a investigar y considerar en serio los efectos del ejercicio en pacientes oncológicos?

R.— Básicamente cuando empieza a verse en los estudios clínicos que uno de los beneficios para el tratamiento de la astenia asociada al cáncer proviene de la actividad física. Y también porque, a nivel poblacional, cada vez han cobrado más peso tanto la dieta como el ejercicio como factores que podemos utilizar para mejorar nuestro estado de salud. El sedentarismo es un problema, también para las personas sanas, y puede dar lugar a patologías, facilitar el desarrollo de obesidad y a su vez del cáncer. Todo está relacionado. Claramente en los pacientes el sedentarismo no sólo es contraproducente desde el punto de vista puramente físico y metabólico, sino que emocionalmente también acaba con el espíritu de cualquiera, con la energía y la iniciativa y perjudica mucho a las emociones. Bajo todos los puntos de vista es algo negativo.

P.— Su ponencia girará en torno a la dieta saludable y el ejercicio durante el tratamiento activo de la enfermedad. ¿Es clave que haya un acercamiento integral para el paciente y que se le inste a crear un hábito que pueda mantener una vez acabe ese tratamiento?

R.— El reto es importante en todas las etapas del cáncer, pero durante el tratamiento probablemente sea mayor. Porque estamos ante una persona que está encajando una enfermedad, una mala noticia, y debe asumir un papel nuevo. Y, sobre todo, vamos a tener que lidiar, por un lado, con el diagnóstico y, por otro, con los efectos secundarios del tratamiento. Nunca va a ser lo mismo un paciente sin enfermedad que con ella, por lo cual al plantearse el ejercicio tampoco va a ser igual para todo el mundo. Es necesario individualizar muchísimo en función del tratamiento, de los síntomas del paciente y de la extensión de la enfermedad. Y luego, con respecto a lo de crear el hábito, algo que me parece clave y sobre lo que paso mucho tiempo hablando con los pacientes es que ellos no se van a mover sólo porque nosotros se lo digamos. Primero hay que explicarles los beneficios y luego qué significa esto de moverse, porque moverse no es solamente hacer deporte. Hay otro montón de actividades que ya cuentan como ejercicio —ir a hacer la compra, bajar a por el pan, dar un paseo, limpiar la casa, etc.— y de alguna manera les tenemos que ayudar y guiar para empezar a implementar todo esto y que aprendan cómo meter el ejercicio en su rutina de vida y a convertirlo, incluso, en deporte al final. Pero el concepto es muy amplio y desde luego necesitamos ayudar a aquellos que no tienen el hábito para que lo puedan desarrollar.

P.— ¿Qué conclusiones saca de su experiencia al impulsar el programa de ejercicio y cáncer en Sanitas?

R.— La experiencia es buena, pero seguimos peleando mucho porque también hay que vencer barreras geográficas. Cada uno vive en un sitio, tiene que acudir a lugares distintos y además se necesita mucho tiempo para hablar con los pacientes. Pero creo que en general casi todos nuestros pacientes entienden que se tienen que mover, que tienen que hacer ejercicio. Además tenemos una unidad del deporte en Sanitas con la que pretendemos colaborar para optimizar más aún todo esto. Y luego, iniciativas como la vuestra les van a ayudar también porque es información y al final esa es la pieza clave.

P.— ¿Queda mucho por hacer en España para equipararnos a otros países que hayan implantado también estos programas?

R.— Pienso que sí. Creo que queda mucho para hacer por arriba, en las estructuras sanitarias y la organización. Lo hablaremos en el simposio pero, por ejemplo, Francia tiene muy desarrollados programas de este tipo y los médicos lo que hacen es recetar el ejercicio físico. Y hay programas específicos donde puede ir el paciente, ciertos hospitales y gimnasios. Está todo muy estructurado y se reconoce como un tratamiento más. Pienso que a eso es a lo que hay que llegar. Todavía queda muchísimo para hacer y, sobre todo, mucho que desarrollar. Por ejemplo, hay innumerables deportes que personas que no lo practican habitualmente no conocen y hay que ayudar al paciente a que descubra qué tipo de actividad se adapta a él, a su vida y sus expectativas, para que pueda integrarla en su día a día sin que le robe tiempo.

P.— Este simposio se podrá seguir online de forma gratuita. ¿Cree que el medio digital puede ser el futuro para la formación continua de los profesionales sanitarios?

R.— Yo creo que sí. Para los profesionales y sobre todo para los pacientes. Pienso que este simposio es perfecto para los pacientes y se puede conseguir que muchos lo escuchen y se eduquen. Y también, por supuesto, para los profesionales que tenemos una falta de tiempo siempre importante que a veces nos impide desplazarnos a los sitios, los formatos digitales obviamente ayudan.

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