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Martín Lázaro: «Cada vez vemos más pacientes interesados en hacer ejercicio»

El oncólogo médico y miembro de SOGUG destaca que la actividad física «realizada de forma supervisada» ayuda a los enfermos de cáncer durante el tratamiento
Martín Lázaro, oncólogo médico y miembro de SOGUG.

ÁNGEL SALGUERO

«Hay pelear para que la población sana se mantenga sana, y para que aquella que ya ha enfermado tenga la mejor evolución posible», asegura a Educa-News Martín Lázaro, oncólogo médico en el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo y vocal del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG) para actividades con los pacientes. Una manera de lograrlo pasa por concienciar sobre los beneficios de ejercicio y la actividad física, y ese es el propósito del III Simposio de Ejercicio & Cáncer + Alimentación que tendrá lugar el 28 de octubre con la presencia, entre otros muchos especialistas, del propio Lázaro.

PREGUNTA.— Usted es vocal en SOGUG, centrado en las actividades con los pacientes. ¿Cuáles son las principales acciones que han desarrollado en ese aspecto?

RESPUESTA.— Ahora en SOGUG estamos llevando a cabo proyectos de acercamiento para lograr que en las diferentes patologías —tanto en cáncer de vejiga como riñón o próstata— haya pacientes expertos en el tumor que ellos mismos padecen y que puedan responder luego en reuniones, en los hospitales o las ciudades donde vivan,  esas dudas que a veces les surgen a ellos y a otros pacientes que padecen tumores como ellos. Lo que pretendemos es básicamente concienciar: de hecho también hacemos reuniones con ellos en nuestro congreso anual y damos visibilidad a cada a cada grupo para que ellos puedan contar sus experiencias. Así no sólo pueden tener una visión más completa de la enfermedad, sino también transmitir todo el proceso del paciente, desde que es diagnosticado hasta que empieza cualquier tipo de tratamiento, el seguimiento, etc.  

P.— ¿Cuáles son las principales inquietudes que les trasladan los pacientes?

R.— Sobre todo son dudas sobre qué tipo de tratamiento puede ser mejor, qué efectos secundarios puede tener, cómo es el proceso después de un diagnóstico, qué especialista le va a ver, cuándo tiene que acudir al oncólogo o al urólogo…

P.— SOGUG ha prestado también su aval al III Simposio de Ejercicio y Cáncer. ¿Cree que se ha consolidado ya en esta tercera edición como un foro de referencia?

R.— Yo pienso que sí. Es un encuentro en el que participan diferentes especialidades y diferentes profesionales, y eso es algo muy positivo. Muchas veces tendemos a hacer reuniones un poco estancas en cada especialidad y este tipo de jornadas multidisciplinares siempre ayudan a que veamos los puntos de vista de otros especialistas que pueden tener un enfoque diferente al nuestro. Yo creo que eso es fundamental.

P.— En el caso del cáncer genitourinario, que será el tema de su charla, ¿cuáles son a grandes rasgos los efectos del ejercicio?

R.— Para pacientes con cualquier tumor, el ejercicio físico realizado de forma supervisada siempre es algo beneficioso que les va a generar una sensación de bienestar en lo que se refiere a la aceptación de la enfermedad. Porque si yo estoy haciendo ejercicio me encuentro bien y la enfermedad no me está impidiendo hacerlo. Y en casos concretos, como el del cáncer de próstata, sabemos que el ejercicio puede disminuir también la incidencia.  

P.— ¿Se ‘receta’ ya ejercicio de manera habitual?

R.—  Yo creo que lo vamos teniendo siempre en mente porque, además de lo que acabamos de comentar sobre la enfermedad, puede ayudar a sobrellevar mejor algunos efectos secundarios de los tratamientos. Cada vez está más implementado y el paciente también pregunta cada vez más por ello, sobre si puede hacer un ejercicio, si es beneficioso, qué tipo de actividad le conviene y cómo se le puede orientar.

P.— ¿Hay entonces un cambio de mentalidad entre los pacientes sobre la necesidad de mantenerse activos?

R.— Bueno, aún no son todos. Se trata, evidentemente, de un grupo todavía no muy alto de pacientes, pero sí es cierto que cada vez se pregunta más. Nosotros siempre les insistimos que cualquier tipo de actividad —dependiendo de cómo se encuentren y de sus limitaciones— puede ayudarles a ir sobrellevando mejor los efectos secundarios de los tratamientos y los síntomas de la enfermedad. Aunque sólo sea pasear.

P.— ¿Cómo han avanzado las investigaciones sobre ejercicio y cáncer en los últimos años? ¿Cree que ya hay evidencia científica de peso?

R.— Cada vez descubrimos más. Es cierto que hasta ahora apenas había evidencia o, si existía, no se había transmitido. Pero cada vez no sólo llega más a nosotros, sino que además se realiza más investigación, incluso a nivel molecular, sobre los beneficios del ejercicio y las formas en que puede afectar a la enfermedad.

P.— ¿Harían falta campañas de concienciación por parte de las administraciones?

R.— Creo que se van haciendo ya cada vez más. De hecho, sin ir más lejos, aquí en Galicia se ven en muchos hospitales carteles animando a la gente a pasear, subir escaleras y hacer ejercicio, y explicando cómo eso puede disminuir el riesgo de enfermedades. Pienso de todas maneras que lo que hacer es pelear para que la población sana se mantenga sana, y para que aquella que ya ha enfermado tenga la mejor evolución posible.

P.— ¿Es cierto que cada vez hay personas más jóvenes con diagnóstico de cáncer?  ¿A qué lo atribuye?

R.— Aún no se sabe muy bien a qué se puede atribuir, pero es cierto que eso lo estamos viendo ahora en las series. Quizá sea difícil percibirlo en un servicio en concreto, pero en las series de muchos pacientes sí que está detectando cada vez más incidencia en personas de menos de 50 años. Seguramente influyan factores desde hormonales durante la exposición a determinadas sustancias en el embarazo, a sustancias medioambientales que aún no tenemos identificadas y que pueden estar afectando tanto la predisposición a tener un tumor como su posterior incidencia, que puede estar directamente relacionado con algún factor externo.

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